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Joy Division
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 IAN CURTIS. JOY DIVISION (mas alla del músico).
“Love Will Tear Us Apart”(el amor nos destrozará)
La voz indomable de Iggy Pop y no el silencio fue el soundtrack del suicidio de Ian Curtis Después de escribirle una carta pidiéndole perdón por sus infidelidades a su esposa Deborah, subrayó una película de Herzog que iban a pasar por televisión y dejó corriendo el disco “The idiot”.
Su esposa lo encontró colgado en la cocina. Siempre lo miramos en blanco y negro, con su camisa de niño bueno, su impecable corte de pelo y sus ojos al borde de la locura (casi todas las fotos son las mismas siempre).
Si sus canciones te pillan desprevenido pueden empujarte por escalones que muchos pisaron pero que pocos regresaron para contar lo que vieron. Ian era demasiado introvertido para hacerle saber a la gente que estaba mal.
Sólo quedan textos, como “tengo el espíritu/ pero perdí las emociones” o “creo que los sueños siempre terminan, no se elevan/ sólo descienden/ pero ya no me importa”, y sus ataques epilépticos en escena.
Su esposa Deborah decía: “Tenía una personalidad dividida que quería entender: Él necesitaba desesperadamente a alguien que lo aconsejara, pero no iba a actuar para los demás convirtiéndose en lo que querían que fuera”.
Natalie, su hija, lloraba desconsoladamente y al músico no le importaba demasiado. Tenía 24 años y le asustaba hacerse cargo. Hasta que los llantos lo desesperaron tanto que la tomó entre sus brazos, le cantó algo al oído y Natalie se calmó.
Esa paz era precisamente la que andaba buscando desde siempre.
Ian segun sus amigos era: Sensible, ratón de biblioteca, obsesionado por el nazismo y el sicoanálisis, generoso con sus libros y discos del Partido Conservador, Fanático de Jean Paul Sartre, Hermann Hesse, James Dean, Jim Morrison y William Burroughs (se dice que éste lo trató pésimo al abordarlo en un encuentro cultural en Bruselas) Fanático de los discos de MC5, Bowie y Lou Reed.
Cuando era escolar se metió a un programa de reinserción laboral de enfermos mentales sólo para robar las drogas de los estantes. También iba llenando una carpeta titulada “Canciones, poemas, novelas”, que a Deborah le pareció el colmo de lo pretencioso cuando lo conoció.
Ella fue su novia de toda la vida, aunque reconocía que era tan inseguro, posesivo y celoso, que fue capaz de lanzarle en su propio matrimonio un Bloody Mary en la cabeza sólo porque estaba conversando con un tipo que resultó ser su tío.
Aparte de estos arranques, parecía un tipo normal,algo reservado, pero normal, que trabajaba en una disquería para mantener a su familia.
Que ensayaba todos los fines de semana hasta pulir el sonido de su banda. Pero nadie podría adivinar lo que pasaba por su mente. De hecho, sus ex compañeros enumeraban sus maldades como profanar bares de hotel o mear ceniceros.
Faltaba un día para tomar el avión y comenzar la primera gira por Estados Unidos. Pero eso tampoco le importó a Ian; nadie podría afirmar bien las razones de su suicidio. Claro, no se le veía sonreír demasiado y sus letras evocaban estados mentales no tan optimistas como su adorado cuadro “El grito”, de Munch http://www.lukor.com/literatura/05022001.jpg
Natalie Curtis su hija creció con su madre, Deborah, después que la Preparatoria de Henbury, ella estudió en el Colegio de Macclesfield y en Manchester, y ahora desarrolla su carrera de fotografa.Es una persona modesta, y no explota su conexión con su padre Ella dijo: “Lo único y definitivo que nos queda es la musica”.
posted by **¯**¯** at
3:14 p. m.
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